May
21
INCONTINENCIA FECAL
¿QUÉ ES INCONTINENCIA?
Incontinencia es la habilidad disminuida para controlar gas o heces. Su severidad fluctúa en un rango desde dificultad leve para controlar el gas, hasta pérdida severa de control de heces líquidas o sólidas. La incontinencia fecal es un problema común, pero con frecuencia, no se habla sobre ella por vergüenza.
¿QUÉ CAUSA LA INCONTINENCIA?
CAUSAS DE LA INCONTINENCIA:
- Heridas obstétricas
- Trauma en los músculos anales
- Disminución de fuerza muscular por la edad.
Existen muchas causas de la incontinencia, siendo las heridas durante el trabajo de parto una de las más comunes. Estas heridas pueden causar la ruptura en los músculos anales. Los nervios relacionados con los músculos anales pueden también estar lastimados. En tanto que algunas heridas pueden ser reconocidas inmediatamente después del trabajo de parto, muchas otras pueden pasar desapercibidas y no ser problema hasta muchos años después. En estas situaciones, el trabajo de parto anterior puede no ser reconocido como la causa de la incontinencia.
Las operaciones anales o heridas traumáticas al tejido en la región anal también pueden dañar los músculos anales y dificultar el control de las evacuaciones. Algunos individuos experimentan con la edad pérdida de fuerza en los músculos anales. Esto significa que un problema menor de control en una persona joven, puede llegar a ser más serio con la edad.
La diarrea puede asociarse a una sensación de urgencia o derrame de heces debido a la frecuencia con que las heces líquidas pasan por el ano. Si se presenta sangrado junto a la incontinencia fecal, se debe consultar a un especialista. Estos síntomas pueden indicar inflamación en el colon (colitis), tumor rectal, o prolapso rectal; condiciones todas que requieren de una evaluación inmediata por parte de un especialista.
¿CÓMO SE DETERMINA LA CAUSA DE LA INCONTINENCIA?
Una plática inicial con su especialista puede ayudar a establecer el grado de dificultad en el control de las evacuaciones y el impacto en su vida diaria. Es posible encontrar pistas que determinen el origen de la incontinencia. Por ejemplo, la historia del trabajo de parto de la mujer es importante. Embarazos múltiples, bebés de gran peso, uso de fórceps o episiotomías pueden contribuir al daño del músculo o de los nervios durante el trabajo de parto. En algunos casos, las enfermedades padecidas y los medicamentos utilizados, tienen un papel importante en problemas de control de las evacuaciones.
Seguido a la historia del paciente, debe realizarse un examen físico de la región anal, ya que puede identificar de manera clara un problema obvio en los músculos anales. Así mismo, un ultrasonido de la región anal puede proporcionar una imagen de los músculos y mostrar áreas en las que se encuentran lastimados los músculos anales.
Con frecuencia se requieren pruebas adicionales, como la manometría anal, mediante la cual se coloca en el ano un pequeño catéter para medir la presión mientras que los pacientes relajan y endurecen los músculos anales. Esta prueba puede demostrar qué tan débil o fuerte se encuentra el músculo. Otras pruebas coadyuvan a determinar si los nervios que van a los músculos anales se encuentran funcionando de manera adecuada.
¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA CORREGIR EL PROBLEMA?
El tratamiento para la incontinencia fecal puede incluir:
- Cambios en la dieta
- Medicamento para el estreñimiento
- Ejercicios para fortalecer los músculos
- Biofeedback
- Reparación quirúrgica del músculo
- Esfínter anal artificial
Después de realizar una historia clínica cuidadosa, de la examinación física y otras pruebas para determinar la causa y severidad del problema, es posible ya dirigir el tratamiento adecuado. Los problemas ligeros pueden ser tratados de una manera muy simple con cambios en la dieta y el uso de medicamentos para el estreñimiento.
Las enfermedades que causan inflamación en el recto, tales como colitis, pueden contribuir a los problemas de control anal. Al tratar estas enfermedades, también se pueden eliminar o disminuir los síntomas de incontinencia. A veces, un cambio en el medicamento prescrito, puede ayudar. En casos ligeros, su especialista también le puede recomendar ejercicios sencillos en casa que ayudan a fortalecer los músculos anales. La terapia física conocida como “biofeedback” puede ser usada para ayudar a los pacientes a reconocer cuando las heces están listas para ser evacuadas, al tiempo que ayuda a fortalecer los músculos.
Las heridas en los músculos anales pueden ser reparadas mediante cirugía. Algunos pacientes pueden ser beneficiados por una técnica que, por medio de energía eléctrica en la piel y en los músculos del ano, da mayor firmeza y grosor a dicha área, mejorando la continencia.
En ciertos individuos que tienen daño en los nervios o que los músculos anales no pueden ser reparados, se les puede implantar un esfínter artificial. El esfínter artificial es una dona de plástico, llena de fluido, que se implanta de manera quirúrgica alrededor del esfínter anal dañado. Este esfínter artificial mantiene el canal anal cerrado. Cuando el individuo desea evacuar, el fluido puede ser bombeado fuera de la dona permitiendo que se abra el canal anal.
En casos extremos, los pacientes pueden mejorar notablemente su calidad de vida mediante una colostmía.